viernes, 19 de junio de 2009

Inmensa ternura



Viniendo para casa, vi una escena que me dejó encandilada y con lágrimas en los ojos.

Estaba esperando en un semáforo, escuchando a Tina y pensando en lo que iba a hacer el fin de semana, cuando me fijé en una pareja de ancianos que venían por la acera.


Encogidos ya por la edad, pelo canoso pero la mirada vital y pícara, venían sonriendo y hablando entre ellos, vestían de manera informal y bien conjuntados, hasta en eso estaban de acuerdo, marrón, verde y blanco eran los colores que predominaban en sus ropas, pero no fue eso lo que me llamó la atención...

Iban cogidos de la mano, él tiraba un poco de ella cuando se retrasaba y además le llevaba el bolso , un bolso antiguo, de loneta de flores y remates en piel, y el anciano todo orgulloso y tranquilo con él en la mano, qué seguridad da la madurez.

Esta escena me llenó de ternura.

Hasta mañana.

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