Con la retina repleta de imágenes de ensueño, con el sabor a sal en todo mi cuerpo y con esa sensación de felicidad que te rodea cuando estás con los que quieres, así comienza la vida cotidiana, la vuelta a la rutina.
Parece que aterrizas en el mundo del que formabas parte, que te cuesta tomar contacto con la realidad, con los hábitos, con las rutinas, es complicado pero tenemos que aceptarlo; en diez meses otra vez vacaciones .... y casi a la vuelta de la esquina, navidad.
Recomiendo en estos casos una pequeña reforma en la decoración de la casa, ayuda seguro.
Hasta mañana
La vuelta a la rutina no deja de ser un asalto a la propia intimidad en nombre de la maldita economía. Quizás en vez de la casa habría que redecorar el propio yo o el lugar en el que habita.
ResponderEliminarTienes razón Dr Krapp cuando me planteé y asumí que había llegado la hora de la vuelta a la rutina, busqué por los vericuetos de la mente al yo más optimista, más soñador y en contrapartida al más práctico y lo maquillé con una gran sonrisa.
ResponderEliminarYo todavía estoy "readaptándome"... y es que volver a lo mismo: a pasar la semana fuera de casa para ahorrar viajes de tren, a pagar recibos y que a medio mes no me quede dinero para apenas nada... pues es duro.
ResponderEliminarA pesar de todo, me miro, remiro y vuelvo a disfrutar de las fotos que he echado este verano. Me ha faltado hacer la misma ruta que has hecho tú, por las rías altas...pero me faltaron días y dinero para gasolina. Quizá para el año... siempre hay que tener una ilusión para aguantar los doce meses que nos quedan hasta las próximas vacaciones de verano!!! Me ha costado tres años volver a Galicia, espero que no pasen otros tres... y que no me venza la vergüenza al visitar Lugo...que estuve allí y no tuve valor ni vergüenza de avisarte!!! Quizá no estabas, pero tampoco lo intenté... y eso que me hubiera echo ilusión conocerte en persona,pero mira, soy así de tonta... De todos modos, íbamos con prisa, y con mis padres... quizá la próxima visita a Lugo sea con más calma y solos. Quizá entonces, cenemos contigo en Mangiarte, mientras conversamos animadamente sobre la ruta perfecta por las rías altas. Un besazo, Josela!!! Y perdon por no avisar...
Pues en la próxima visita será, me encantará conocerte y charlar y comer y reirnos, sobre todo reirnos.
ResponderEliminarUn beso