jueves, 26 de diciembre de 2013

Pollo Bagdad

Me regalaron un pollo de corral y me puse a inventar una receta. Quería que tuviera un toque oriental y lo conseguí con unos orejones y piñones que había por casa; también el curry le dio un toque fantántico.
Pollo troceado, dos tomates maduros, dos dientes de ajos, un vaso de vino blanco, una cebolla, medio pimiento rojo, dos zanahorias, dos tomates maduros, una cucharada de pimentón, una pastilla de avecrem pollo, curry, sal, orégano, piñones- diez llegan- y orejones- otros diez-.
Salpimentamos el pollo y en la cazuela con un poco de aceite lo doramos muy bien y reservar.Piñones a la cazuela para que se doren. En el mismo aceite echar los ajos y la cebolla muy picaditos, dejad un ratito para que se pochen. Para que no se quemen, lo que podría estropear el plato, echamos una pizca de sal, así «sudan» y la humedad los proteje. Ahora echamos el pimiento en tiras y la zanahoria en rodajas. Dejamos unos minutos para que se mezclen los sabores, pero siempre vigilantes para que no se quemen. Toca ahora el turno al tomate pelado y troceado. Es la última de las verduras.
Volvemos el pollo a la cazuela, echamos el pimentón y dejamos que se impregne de todos los sabores. Vino blanco y cuando se evaporó, disolví la pastilla de caldo en medio vaso de agua y lo añadí, también orégano, el curry-una cucharadita- . Hará «chu chu» durante unos 15 minutos. Cuando falten unos cinco minutos echamos los orejones.
Ya véis, mientras se hace el pollo hay que estar por la labor, pero el rato de la cocción lenta podéis dedicaros a vuestras cosas; salid de la cocina y poned música, dad un beso deliciosamente aromatizado, a los que tengáis cerca o preparad una sesión de cine o series para la tarde...
Volvamos a la faena con dos apuntes. Comedlo al día siguiente que estará mejor y echadle un poquito de perejil de bote.

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