Adelante con los retos

Los años nos proporcionan un cambio en nuestra actitud frente a los retos, al menos en mi caso.

Ya sé que son temas sin trascendencia pero para mí son importantes, son retos que estaban ahí y a los que no me atrevía a meterles mano.

Empecé con el runrún en mi cabeza cuando veía la manta de cuadraditos o Granny Square en las pelis, series o en alguna tienda. Hace un año una librería de mi ciudad hizo un minicursillo de dos horas, precisamente sobre el tema y asistí a él con una ilusión y una alegría infinitas. Llevaba en la mochila lanas, un ganchillo y unas ganas inmensas de ponerme a  la tarea. Tardé unos cuatro meses en hacerla y estoy encantada, ahora mismo me estoy tapando con ella y me acompaña, desde luego, en mis vacaciones. 

Una vez metida en este mundo del crochet probé con unos bolsos, carteras y todo lo que se me ponía por delante.

Y este fin de semana me sorprendí pintando piedras. Una playlist de Spotify y un té de jengibre y limón, y estaba en la gloria.

Lo que me sosprende y mucho es que siempre pienso que lo que voy a hacer no me va a salir bien y como no es así, mando fotos a todo el mundo dando cuenta de la gran hazaña!

Creo que todo tiene que ver con la tranquilidad, la sensación de armonía, del disfrute de las cosas más sencillas y sobretodo la alegría con la que hago todo.

Y entre medias de tanto crochet he montado en moto, varias veces! Y el asunto de la bici está bien encaminado.

Sed felices