De un funcionario esperas que, con cara agría la mayoría de las veces, te despache con un gruñido y que tú, como número que eres, desaparezcas pronto de su vista y que corra la lista.
Me hacía falta una partida de nacimiento literal y me imaginé que tendría que ir a mi pueblo natal por ella. De todas formas, busqué en internet el número de teléfono del registro para pedir información del trámite.
Un hombre muy amable (por la voz parecía más o menos de mi edad) contestó a mi llamada, buscó el libro donde estaba registrado mi nacimiento y se ofreció a mandarme la partida de nacimiento por correo, saldría en el del día siguiente. No me lo creía, le di las gracias cien veces porque me hizo un grandísimo favor y además se mostró como una persona atenta, tranquila y deseosa de ayudar a los demás.
Podemos creer aún en la buena gente? Por supuesto.
Hasta mañana. Sed felices
Foto. Raquel -una española como guía turística en Londres- muy amable aunque estaba, como todos nosotros, muerta de frío.
Sí, a mi madre también se la mandaron por correo. No sé si es unttrámite habitual o simplemente son amables. Pero como te alegra el día!
ResponderEliminarPues yo me llevé una grata sorpresa.
ResponderEliminarQue pasemos un buen San Froilán. Diviértete!