miércoles, 16 de noviembre de 2011

Cosas que hacen que la vida merezca ser vivida.

La ternura de todos los modos posibles.

Los míos.

El aroma de mi hogar un día de verano.

Un atardecer compartido.

Amar a quién ya no está y al que está por venir.

Esos escasos encuentros con los que están lejos, pero no por ello más cerca.

Los ratos de ocio que, al no ser muchos, se viven más intensamente llenándolos de todo lo que gusta y relaja.

En el sofá con un buen libro y Olivia mirándome desde su camita mientras escucho una suave melodía de fondo.




Hasta mañana

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