martes, 25 de marzo de 2014

Mi cuerpo no es de primavera

  Ciertamente no tengo un cuerpo de primavera, entendámonos, ya sé que no estoy en la primavera de la vida, la cuestión es otra, esta estación me pide demasiado, me abruma.
 Resurge la naturaleza con todo su vigor, brotes, flores, pajarillos y sí o sí tienes que estar exultante, ni se te ocurra decir que tanto esplendor te provoca estrés porque eso no es de recibo. Por decreto se dicta la alegría.
 Todo me parece estupendo pero mi cuerpo responde con piel irritada, granitos, rojeces y otras fruslerías, respuesta a tantas exigencias.
 Soy de otoño, totalmente afín a la estación más romántica, a la más vistosa y relajada, a esos días en que llueve sobre la tierra caliente por el sol veraniego dejándonos un intenso aroma a naturaleza, al retorno al hogar y a un nuevo comienzo.

Somos complejos.

 Hasta mañana, sed felices.











4 comentarios:

  1. Te entiendo, Josela. Yo también me siento una mujer de otoño. Eso de que en la primavera resurge la energía depende de muchos factores. Las estaciones del alma no siempre condicen con las del calendario. Y las alergias primaverales suelen ser fatales. Intenta relajarte y mantener la llama de tu hogar otoñal encendida.

    Un beso.

    Fer

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  2. La primavera está sobrevalorada igual que la juventud perdida o encontrada y uno lo constata cuando llega a su propio otoño personal.
    Besos

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  3. Fer has acertado plenamente y coincidimos en el otoño como la época que más está acorde con nuestra mente y nuestro cuerpo.
    Y hace un día invernal!

    Besos

    Josela

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  4. Dr estamos en el otoño de nuestras vidas pero no lo cambiaría por nada. Con los años ponemos las cosas en su sitio y " pasamos" de tantas cosas!


    Un beso

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