Esta mente juguetona

Tengo que leer un poco, aunque sea lo mínimo, para poder dormir, y en caso de la siesta me pasa lo mismo.
Ahora estoy con un libro muy seductor, una intriga que te envuelve y de la que quieres saber más y más.
Acurrucada en el sofá y ya con Olivia en su camita durmiendo la siesta, no puedo más, me pesan los párpados y me estoy abandonando. Las últimas líneas están borrosas y me falta un segungo para capitular. De pronto me viene un flash mental de la playa. Así como quien no quiere la cosa...
Se nota, no? Tengo unas ganas...
Chao mami y... Quita! Que no soy Olivia.
Esto de hacer doblete...
Hasta mañana. Sed felices