Viajemos.

Viajemos, a quién no le gusta? Ahora no resulta caro sobretodo si se sabe lo que se quiere, en lo que queremos gastar y en lo qué ahorrar. A veces compensa comer unas cuantas veces de sandwichs y ensaladas reservando otras para ir a algún restaurante que nos ha llamado la atención o que nos lo hemos topado y  nos gusta.
El asunto del transporte está solucionado con las lineas aéreas low costs o con las de siempre si no se confía en las primeras. Tengo que deciros que el servicio de Raynair me pareció el adecuado, muy eficiente, sin florituras y dando por lo que habíamos pagado, ni más ni menos. El que quiera otra compañía ya sabe.
Supongo que habrá muchas psicologías de viajes, tantas como viajeros. Unos querrán que en el país que visiten hablen su lengua, poder comer la paellita como en Benidorn y que tengan las mismas costumbres que las del suelo patrio. Otros viajarán con la idea de que les gusta que les sorprendan, están dispuestos a comer lo que se coma en el sitio, hablar o intentarlo el idioma local, interactuar con la gente, preguntar qué es, cómo se hace... En fin, zambullirse en el entorno dejándose sorprender.
Vayas a donde vayas traerás muchas vivencias que ya formarán parte de ti.




Placentera semana para todos. Sed felices.

Hasta mañana