martes, 22 de noviembre de 2011

No me gusta el azul y menos el azul celeste.

Creo que en todo mi armario ni en mi casa hay nada azul; tengo el azul desterrado de mi vida, excepto el azul del mar, ese azul que se torna verdoso por las algas,  plata en algún atardecer, o cristalino en aguas limpias.

Y ya la cosa viene de lejos, se remonta a mi época universitaria. Mis colores en aquella época giraban en torno al rojo y al verde y creo que aún era más intransigente que ahora.



Mucho ánimo y fuerza en el día a día.

Hasta mañana.

3 comentarios:

  1. ^^ Ya somos dos que no soportamos ese color!!!
    Yo solo tengo un par de camisetas de ese color... y porque el motivo que hay estampado o dibujado me gustaba mucho,mucho.

    Al fin, no me siento tan rara por el hecho de que no me guste ese color!!!

    ResponderEliminar