martes, 6 de septiembre de 2016

Dormir en el caos

Se detuvo el autobús unos minutos para dejar subir y bajar a los pasajeros y mi mirada se detuvo en una sofisticada tienda de colchones, o una colchonería como se llamaban antes.
El universo del sueño.
Cuando este mundo del colchón y sus complementos se ha vuelto tan específico, sofisticado y exquisito, es porque se ha estudiado a conciencia la relación del ser humano con el sueño.
Que es un placer dormir a pierna suelta es cierto. Que es difícil de conseguirlo  lo es en mayor proporción. 
Estos días aún tenemos excusa porque las altas temperaturas nocturnas a las que no estamos acostumbrados, nos tienen dando vueltas y vueltas, y tapando y destapando, toda la noche. Justo cuando es casi la hora de levantarse hemos encontrado la postura y la temperatura ideal. Un poco tarde para conciliar el sueño y descansar.
Pues a lo que íbamos. 
Colchones de látex, de viscolátex, con una capa de aloe vera, de algodón puro, ergonómicos. El mundo de las almohadas no le va a la zaga. Antiácaros, de plumas, de algodón. Infinitas posibilidades para escoger.
Recordábamos con Josefa este verano cuando en las aldeas se hacían los colchones con las hojas secas del maíz, con paja, y si tenían la suerte de tener ovejas, disfrutaban del lujo de un colchón de lana. Estoy por apostar que dormían a pierna suelta, aunque problemas no les faltaban. 
Creo que la diferencia estaba en que su solución estaba en sus manos. La gestión de la vida era más individual porque también era más sencilla y casi de subsistencia. 
Cuánto más se complica nuestra vida más nos cuesta dormir, casi estoy por asegurarlo.

14 comentarios:

  1. Y como todo en la vida, en cuestión de colchones, no siempre lo mas caro es lo mejor...

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    1. Te doy la razón. Que te abrumen con las particulares y exquisitas excelencias de un colchón no es garantía de que sea el más adecuado para uno. Lo que hay que aplaudir son las abundantes opciones.
      Un beso

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  2. Te ha faltado hablar del nórdico, yo sin el no soy nadie, adoro en el invierno meterme bajo su manto protector...y acompañada de lúa mucho mejor!!!!

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  3. Te ha faltado hablar del nórdico, yo sin el no soy nadie, adoro en el invierno meterme bajo su manto protector...y acompañada de lúa mucho mejor!!!!

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  4. Si no hablé del nórdico es porque en estos días hasta pensar en él me da insomnio, pero soy una apasionada de su manto protector.
    Sabes que lo llevó a la playa para las frías noches del nordés en la costa?
    Besos

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  5. Te sorprenderé, yo uso un viejo colchón de lana que tiene más de 30 años y está como nuevo, no hay hondonadas ni esas barbaridades al uso y tan pancho.
    Bicos

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    1. Es tu colchón. Está hecho a ti como tú a él.
      Bicos, Dr

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  6. Sí, la verdad es que es difícil elegir, con tanto nombre y tanta cosa que le ponen al colchón nunca sabes si es mejor el aloe o la viscolástica. me acuerdo cuando decían que había que dormir sobre una superficie dura, no quiero ni pensar cómo se tendrían que quedar las espaldas.
    Yo cuando cambie de colchón tendré que probarlos todos, jaja. Mientras tanto duermo sobre un colchoncillo encima de un colchón que se adapta perfectamente a mi cuerpo y la verdad, lo que hay debajo ya no sé qué es.
    Que duermas bien, Josela. Felices sueños. A ver si ya podemos taparnos un poquito y el fresquito nos deja movernos con más agilidad.

    Beso.

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    1. Hasta Olivia que tiene repartidas por la casa tres camitas escoge para la ocasión una u otra. Estos días ventana abierta y si se me olvida abrirla se me queda mirando.
      Si te cuento esto te vas a reír. Probré uno de esos viscolátex, no sé qué más, anatómico...cuando me quise dar la vuelta en él me mareé. Ni que fuera un artilugio espacial!

      Besos, Angie

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  7. El colchón, el nórdico, la almohada, etc.son partes de un todo que se llama cama. El descubrimiento de la articulada ha agudizado más, si cabe, mi afecto por este enser doméstico. La recomiendo, aunque cueste un pico.

    Un abrazo

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    1. Tuve que visitar forzosamente el nuevo hospital de Lugo y dormí en una cama de esas, increíble! Pero seguro, como dices, valdrá un pico aunque merece la pena.
      Un abrazo

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  8. Y si tienes la costumbre de leer en la cama, una razón más. Las de hospitales son especiales. Las hay menos aparatosas y más asequibles.
    Otro abrazo

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    1. Ni que me vieras en este momento. Estoy leyendo " la Catedral del Mar" en la cama de mi hijo. Un colchón de látex de los primeros y estoy en la gloria con dos supercojines en mi espalda.
      Hay que apañarse.
      Otro abrazo

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    2. Ni que me vieras en este momento. Estoy leyendo " la Catedral del Mar" en la cama de mi hijo. Un colchón de látex de los primeros y estoy en la gloria con dos supercojines en mi espalda.
      Hay que apañarse.
      Otro abrazo

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