- Mi abuela Asunción que fue muy importante en mi infancia. Éramos seis hermanos y ella siempre que iba a la feria con los chorizos, jamones, huevos, nos traía una caja de membrillo, unas pastas; luego mi hermana cambiaba algo por los chorizos, jamón o tocino, que llevaban los otros niños a la escuela.
- La playa, el mar, chapotear, los bocadillos con arena...
- Olores, de hierba recién cortada, de ropa secada al sol. Correr por los campos y sentirme libre con mi rebeldía. Recuerdo también a la gente de mi infancia que aún ahora siempre están ahí.
- Cuando mi abuela salía con la leche de nuestra vaca preferida y mi hermano y yo la esperábamos sentados en la escalera con una taza para que nos echara. El burbujeo de la espuma en la nariz haciéndome cosquillas y el olor de la leche recién ordeñada.
- Un abrazo de mi padre.
- Mi abuelo tenía un vivero de plantas, flores y frutales en una finca que era como el paraiso; recuerdo el delicioso sabor de la fruta recién cogida del árbol en un día de verano.
- Recuerdo, entre mis recuerdos bonitos, Barcelona, Castelldefels, Playa de Aro,la torre de mis primos, Plaza Cataluña; recuerdo también a un perro de mi prima que era malísimo, lo que tengo corrido delante de él para escaparme!, también los gallos, que eran unos capullos y que me daban pánico.
- Recuerdo los mercadillos que hacía con las amigas: usábamos hojas, fentos, piedras y con todo ello jugábamos a las tiendas; hacíamos como que vendíamos pescado... lo que veíamos a nuestro alrededor.
- Sabes que tengo una memoria de pez, pero tú siempre estás en mis recuerdos de la infancia.
- Recuerdo a mi abuelo tallando mientras yo le insistía en que mirara mis dibujos. Recuerdo pasar las tardes de lluvia y truenos al lado de mi abuela con una vela muy larga delgada y amarilla encendida mientras mi abuela rezaba para que pasaran. Recuerdo perfectamente el olor de la lluvia, y la humedad que desprendían los cristales de la ventana.
- Recuerdo en la casa del pueblo a mi madre cosiendo y a mi hermana chiquitina sentada en el suelo mirándola embobada. Una imagen muy tierna.
- El olor de los caballos en la cuadra, los renacuajos entre el verdín de la acequia y la emoción de pulular entre el maíz dos veces más alto que yo.
Gracias a todos los que me habéis ayudado a hacer este post sin vosotros hubiera sido imposible.
Que paséis una placentera semana.
Hasta mañana
;-)
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