viernes, 25 de noviembre de 2011

Agradecimiento






El primer día que estuviste en casa , recién llegado del hospital, dormiste toda la noche. Me asustaste, esperaba llantos y berrinches y te despertaste a las ocho de la mañana después de dormir seis horas seguidas, En ese momento ya te mostraste apacible y tierno.

Pasaste muchos años oliendo a colonia de bebé, chocolate y leche; porque eso sí, mal comedor  eras un rato largo hasta que te tocó tu etapa universitaria para comer lo que te echaran, sin remilgos y con exigencias las justas.

Recuerdo tus piececitos, tu mano en la mía, tus rizos, tu olor...

Recuerdo que no rompiste jamás ningún juguete y que ya muy pronto asomó la mania que compartimos, ser muy maniático con tus cosas, tus cosas escogidas en ocasiones entre lo más sencillo, pero no te gusta que te las usen o que te las toquen y las manoseen.

Gracias Guille por dejarme compartir tu vida, tus sueños, tu dulzura ( bueno, eso es manifiestamente mejorable), tus primeros pasos, tus ganas infinitas de aprender, tus primeras palabras.


Te agradezco que me hayas dado tan buenos momentos








Hasta mañana y perdonad este post tan sentimental.

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