Fue <home de mar> toda su vida. Sus manos así lo atestiguan guardando las huellas de su dura y cotidiana vida. Sus ojos aún ven el mar con un profundo amor y respeto. Ahora es su mujer, Rosa, la que lleva las riendas de su vida, tan eficaz como él cuando llevaba el timón de su barca; tan emprendedora con su negocio como él cuando lo tuvo que arriesgarlo todo con un préstamo para aparejos nuevos al quedarse sin ellos en una devastadora tormenta, cuando este mar adjetivaba a la costa como A Costa da Morte.
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ResponderEliminarEl verano (y LA mar) han sido fuente de inspiración...
ResponderEliminarNo me pude resistir, las historias están a mi alrededor, solo tengo que tirar del hilo
EliminarLo has descrito muy bien y reflejas el espíritu de esa gente acostumbrada a las tempestades del mar y de la vida.
EliminarBicos
Me tienen enamorada. Me podría pasarme horas hablando con ellos, cocinando pescado con ellos...y sobretodo los admiro.
ResponderEliminarBicos
Como siempre me enamora tu sensibilidad.Seguid disfrutando mucho de las vacaciones
ResponderEliminarSolo soy testigo de algo que me enamora y que me incita a contarlo.
EliminarGracias por leerme.
Muchos besos