Con Mónica de < El café del Mónica> en Santiago, fue algo natural y espontáneo. Tanto Olivia como a mí nos gustó al instante. Discreta, atenta, correcta, respondiendo a nuestras dudas, contestando a preguntas sobre la ciudad. En todo momento nos hacía sentir bien y a esa sensación ayudaba muy mucho la música que ponía cada día, el estupendo café de Candelas que hacía, su bizcocho mañanero y sus tostas de pan con tomate y jamón a las que yo recurría cuando no me apetecía nada cocinar.
Y no os lo perdáis, su café era un lugar dogfriendly. Olivia estaba en la gloria, con decir que muchas veces entraba de lo que tiraba ella para que no pasará de largo. Algo en lo que no tenía que insistir mucho porque me atraía mucho su mesita al fondo con sus dos butacas ofreciendo el entorno ideal. Buena música. Buen café. Buena compañía. Qué más se puede pedir?
Que maravilla!!!!
ResponderEliminarY Mónica tiene una gata. Cómo no vamos a tener conexión con ella?
EliminarTenemos que hacer el propósito de tomarnos un café allí. Quedas emplazada.
Besos ruliña!
Digamoslo ya: Santiago tiene el mejor café de Galicia y por desgracia en algunos sitios los peores camareros. Has sido afortunada, Josela.
EliminarBicos
Sí, afortunada, eso creo. Fueron unos días muy entrañables, sentimentales...en fin...
EliminarBeso Dr