sábado, 7 de diciembre de 2013

Restaurador de bicicletas

Desde pequeño demostró tener mucha pericia arreglando su bici, una BH gacela, roja de color y tan aventurera como su dueño. Durante las vacaciones no se les veía el pelo, excursiones con los tunantes, pequeñajos ciclistas como él,  que no tenían miedo a nada. Horas y horas, arreglos en los estropicios, piernas arañadas y sobretodo, libertad que les proporcionaban sus vehículos.
Ahora, este enamorado de las bicis e ilusionado trabajador manual, goza dándoles una segunda oportunidad.
Ya os conté que me arregló la mía y le entró el gusanillo. Compró esta bici de paseo en un desastroso estado, llena de óxido,  llantas con mil remiendos sillín con la piel toda agrietada, y con mucha paciencia y respetando siempre el original, ha creado esta maravilla.
Frenos de varillas, luces de dinamo, foco con largas y cortas, todo esto era un lujo y las señas de identidad de la bici y por lo tanto merecían la puesta a punto. Trabajo minucioso y exigente, pero muy agradecido cuando tienes en tus manos un producto de hace 50 años que vuelve a lucir en todo su esplendor.
Las alforjas que véis tienen una bonita historia. Quería ponerle unas, pero los precios que encontró por Internet eran prohibitivos. Empezó a recorrer las tienda que llevan en la ciudad toda la vida y, sin encontrar ninguna solución, un semáforo en rojo fue la puerta que se abrió para que esta bici no se quedara sin alforjas. Una muy antigua droguería, tiempo de espera que ocupa en mirar su escaparate desde el otro lado del paso de cebra. Entra y pregunta, esperando un no por respuesta, pero el dueño, hombre imaginativo y ciclista en su juventud, ha encontrado la solución, dos maletines de los niños, para ir al cole allá por los años sesenta, adquiridos por un precio casi simbólico. Ahora, vueltas a la imaginación para adaptarlas. Ya véis lo chulas que han quedado.
Son muy de respetar y admirar a los alumnos brillantes, a los que se esfuerzan y lucha por su futuro, pero no debemos olvidar a estas personas que con sus manos crean, restauran, dan vida a los objetos que nos rodean.
Y aquí tenéis la muestra de uno de ellos.

Hasta mañana.  Sed felices.

6 comentarios:

  1. Está bien esto de tunear las bicis. Original total.

    Besos y ¡¡ a pedalear!!

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  2. No es tunearla, es devolverle la vida, casi tal como era.

    Besos

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  3. Muy buen reportaje. Le quedó muy bonita. Y tú utilizas tu bicicleta? Yo la última vez por las fiestas de San Froilan y para eso que me resfríé por una semana. Si que de momento en invierno no cojo la bici .
    Un abrazo. Ah ymuy chula la foto de la telaraña. Es algo que siempre capta mi atención, son como joyas de hilos de hielo.

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  4. Sí que la uso, hoy unas dos horas, pero practicando « en circuito cerrado» . Subir cuestas me encanta, pero bajarlas me da un canguelo!. De todas formas lo paso fenomenal.

    Un abrazo, Mel

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  5. Muy currado. Felicidades para el artista, pero que no se olviden de los faros que en tu pueblo suele ir mucha gente en la anochecida sin un mínimo punto luminoso y luego pasa lo que pasa.
    Besos

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  6. Serán dadas.
    El foco funciona de maravilla y es una "cucada".

    Besos

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