sábado, 19 de octubre de 2013

De como las pequeñas cosas nos hacen felices

Un desayuno veraniego en una terracita mientras el pueblo se despierta. Pasa el librero con la prensa, los pescadores llegan con su carga, la barrendera habla con todo el mundo y tú ya no puedes pedir más. Estás con la gente que quieres y un rayo de sol se cuela entre las ramas del árbol que os cobija. No sé explicarlo pero la sensación es de sentir que la ternura te invade, que no puedes dejar de sonreir y que deseas atrapar ese momento. Un momento feliz.

Que todos esos momentos felices borren el montón de sinsabores con los que hay que bregar cada día.

Hasta mañana. Sed felices

4 comentarios:

  1. Feliz alegría. Yo me siento muchas veces así. Me gusta la naturaleza. Un abrazo

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  2. Esta es una entrada nostálgica de otoño mirando hacia el efímero verano. Exacto, momentos felices, porque la felicidad en bloque es esquiva.

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  3. Mel, deseo que vivas muchos de estos momentos.
    Un abrazo

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  4. Dr, de cuando en cuando, y muchas veces sin pretenderlo, vienen a mi mente momentos así.
    Un abrazo.

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