Cómo es posible que viva con una persona durante treinta años y no la conozca en absoluto?
Sentado en un velador de una pequeña terraza, él se lo preguntaba entre resignado y cabreado, con la vista puesta en los barcos que regresaban de faenar.
Era un hombre esencialmente tranquilo, pero no pudo reprimir dar un portazo al salir de su casa dando fin a la última discusión, la última de un sinnúmero de ellas.
Acababa de cumplir cincuenta y dos años, y no estaba dispuesto, ya no, a hacer un balance. Quería romper con todo. Punto y aparte.
Pues yo creo que sí la conocía, lo que no sabia es hasta dónde llegaba su aguante. Eso creo yo.
ResponderEliminarMás besos cariñosos.
Eran pura empatía en sus comienzos y han tenido una evolución en sentidos opuestos.
EliminarMe va a costar mucho escribirlo al ser el protagonista un hombre, pero me lo voy a pasar genial metiéndome en su cabecita.
Gracias Angie.
Un puñado de besos
Quedo expectante al capítulo II
ResponderEliminarAhí estoy dándole vueltas.
ResponderEliminarA veces suele suceder. ¿Como puede aguantar tanto una persona? Espero el II.
ResponderEliminarsaludos
carlos
Creo que se aguanta porque nos metemos en una rutina que no sabes abandonar.
EliminarGracias, Carlos
Un saludo
Estupendo Josela, con este tema puedes escribir muchos episodios.
ResponderEliminarTe seguiré.
Un abrazo fuerte amiga.
A ver qué sale de esta cabecita!
EliminarGracias por leerme.
Un abrazo
Buen comienzo un portazo. Tensión desde el principio. Las rupturas cuanto antes mejor.
ResponderEliminarBicos
Ya ni te molestas en contestarme que falta de respeto.
ResponderEliminarEso ni lo pienses!
EliminarTengo un horario de locos y no me queda tiempo para nada. A ver si en estos días venideros me pongo al día.
Josela, vengo a desearte Felices Fiestas.
ResponderEliminarUn beso muy fuerte.
Felices fiestas para ti, que disfrutes con los tuyos!
ResponderEliminarUn beso
Jisela
Jajajaja Josela acaba de salir de la cocina después de dos hora cocinando y ha perdido el norte. No sabe ni escribir su nombre!!
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