sábado, 11 de junio de 2011

Pan

De lo que echo más de menos cuando hago un regimen es prescindir del pan; del sabroso, humilde y muy denostado pan.
Fui a casa de mis padres un día de hornada.
Los preparativos  son un ritual; la masa la hacen las mujeres y la dejan reposar unas cuantas horas.
La tarea de calentar el horno recae en los hombres.
Tareas repartidas pero compartidas con un solo objetivo, que el pan salga perfecto en aroma, cocción y tamaño.
Al mismo tiempo que se prepara el horno para el pan, se hace el preparado para dos empanadas y se meten en el horno cuando sacan el pan porque necesitan menos calor.
Todo buenísimo.
Hasta mañana.


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