domingo, 1 de mayo de 2011

Soy una sirvienta negra




Agosto de 1962, Jackson, Misisipi, Estados Unidos


Esta tarde he tomado el autubús número 6 . Éramos todas sirvientas y todas buenas amiga que regresábamos a casa con nuestros uni,formes blancos, riéndonos como si el autobús fuera nuestro; por suerte ahora podemos sentarnos donde queramos.

Veo a Minny en medio del asiento del fondo del autobús, es gordita y baja y se sienta toda espatarrada y con los brazos cruzados encima del regazo. Es mi mejor amiga, aunque sea 20 años más joven que yo. Está muy abatida, se quedó sin trabajo, hoy era su último día y necesita ánimos.


Al día siguiente llego al jardín de la casa donde trabajo de sirvienta y miro a los obreros que están acabando el aseo que me hacen en el garaje por orden de la señora.
Los blancos piensan que los negros tenemos un montón de enfermedades infecciosas y que es un peligro que usemos sus aseos.

Me recibe la chiquitina de la casa con los brazos en alto y diciendo mi nombre, aún va en pañales y no está cambiada, parece que siente un gran alivio cuando llego, está sin cambiar desde que me fui ayer y son muchas horas. La señora entra en la cocina y la ñiñita le tiende los bracitos para que la coja, ella entra y sale sin mi siquiera mirar para ella.


Estoy en la casa haciendo la faena y jugando, hablando y mimando a la pequeña. Cuando me paré a darle la comida a la niña y comer yo, nos pusimos a ver la tele; me quedé pasmada con la gran noticia, un negro llega con escolta policial a la universidad para matricularse, algo impensable. Parece que cada vez vamos consiguiendo más cosas aunque yo sé el lugar que ocupo y que nunca tengo que olvidar, soy una sirvienta, hija de sirvienta y nieta de esclava.




Continuará.


Basada en el libro " Criadas y señoras " de Kathryn Stockett






Hasta mañana.


Que tengáis una semana llena de armonía y buenas sensaciones.

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