Panadería de Sebastian Mauvieux a la altura del 159 Rue Ordoner, Paris. Huele a pan. Era de esperar.
Pero esta panadería resultó ganadora de un certamen peculiar, el premio a la mejor baguette de Paris, entregado por el alcalde y tras competir con otros 167 panaderos parisinos. Además será proveedor del Eliseo durante un año.
Por 1.05€ la artesana y 0.95€ la convencional, Sebastian Mauvieux, artesano panadero de 37 años, te ofrece una baguette con una miga esponjosa y una corteza crujiente, que no se debe, dicen, despedazar con la mano sino cortar transversalmente con un cuchillo especial, todo según los entendidos.
«El pan es más que un alimento, es una cultura» dicen los franceses.
Que me dejen a mí, una recién salida del horno y ya les diré cómo se come. Claro que sería un sacrilegio, según ellos, pero quien se anda con remilgos ante semejante manjar.
Tengo que investigar a ver si en Paris, capital de La Francia, tienen pan con moñete... Porque aquí sí y está delicioso.
Foto de una hornada de pan en casa de mis padres.
Hasta mañana. Sed felices.
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