De un block a un blog

Cada septiembre, mi comienzo de año, preparaba un block de muchas páginas para ir escribiendo todo lo que me deparaba la vida cotidiana.

Escribía desde una receta que me daba alguna amiga o que leía por ahí, el comienzo de un relato o la opinión que tenía sobre algo que había acontecido.

Mi hijo fue el que me preguntó si no me importaba que alguien lo leyera porque había en internet algo que me podía interesar y me habló de los blogs.

Al principio me pareció que me iba a dar mucho corte escribir para que otras personas pudieran saber de mí, de lo que pensaba, de lo que intuía, de mis proyectos, de mi vida... Pero eso pasó pronto, me decidí, Guille me encontró la herramienta de Google para los blogs y aquí me tenéis; ya llevo dos años y medio con vosotros y me siento muy bien.

Me gusta compartir ideas, me gusta haceros un guiño de complicidad cada día, me gusta sentiros ahí.

Muchas gracias por leerme.







Hasta mañana y aprovecho para desearos una semana con buenas sensaciones.