domingo, 18 de octubre de 2009
Coincidencias
Era un café antiguo de los de toda la vida, con suelos de madera, mesas torneadas y con mármol y música de jazz de fondo, en ese momento sonaba el inconfundible Ray Charles.
Escogieron un velador al lado de la ventana y con unas vistas preciosas de la plaza.
Se miraron, sonrieron y se pasaron una hora hablando de todo un poco, desde los hijos hasta de cómo iban a preparar la merluza, de los pequeños viajes y de las últimas películas que habían visto, un poco de sus trabajos y un mucho de la vida, de cómo la entendía cada uno.
Muchas coincidencias, mucho entendimiento y ganas de saber más.
Cuando salieron de la cafetería acordaron comprar la botella de vino en la tienda delicatessen de la esquina. María conocía al dueño, le había decorado una casita de campo que tenía a la orilla del río. Seguro que les atendía a pesar de la hora.
Además del vino compraron unas tartaletas de manzana.
- Lo tenemos todo, no? - dijo Juan.
-Sí, será una cena deliciosa.
Fueron andando hablando de esto y aquello, como si se conocieran de toda la vida...
Al entra en casa de María, un delicioso aroma a canela lo perfumaba todo. Había dejado unos palitos de incienso quemando en el pasillo.
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Esta chica es muy lista!!!
ResponderEliminarLa canela es afrodisíaca,y además,atrae el dinero!!!
Seguimos la historia...jejeje!!!!!!
Esta chica había preparado el ambiente y sabía que todos los sentidos tienen que estar puestos en acción.Por eso había colocado una maceta de flores blancas en un rincón estratégico, habia ordenado la habitación quitándo las revistas, propaganda y cartas que a veces dejaba por descuido en el sillón.
ResponderEliminarPREPARÓ LA MESA CON LA MEJOR VAJILLA Y SE FUERON A LA COCINA...
Pues se conocian de toda la vida...
Un abrazo fuerte Rosario
wow! me ha encantado...huele muy bien...
ResponderEliminarmañana mas,no? por faaaaaaaaa
es que me encanta!!!
millones de besos Josela
ah! soy la mama de Lola =)