domingo, 9 de octubre de 2011

Una comida improvisada






Después del paseo por el centro, por los puestos, por la feria de artesanía y de ir a tomar unas tapas, nuestra intención era estrenar el " Mangiarte" de las pastas, pero no pudo ser, estaba cerrado por un problema de salud. Por cierto, espero que ya te hayas repuesto, Leo.

No nos patecía esperar las colas para las casetas porque ya eran casi las dos del mediodía y nos vinimos para casa.
Paramos en Gadis y nos entraron unas ganas enormes de comer migas, así que compramos la sémola y unas sardinas y, aprovechando que estábamos en la pescadería, unos mejillones de entrante.

Las migas son facilísimas de hacer; se echan en un poco de aceite unas lonchitas de jamón, se dejan unos minutos para que se churrusquen algo y así le dan el sabor a las migas y se retiran.
En un bol aparte mezclamos la sémola y harina con una poquita agua hasta conseguir una pasta blanda. Se sala ligeramente porque ya freímos en el aceite el jamón y le dejó algo de regusto a sal.
Se van removiendo hasta que se doran, más o menos como en la foto que les hice.
Las sardinas se salan y se pasan por harina y se fríen se escurren en papel de cocina para que no lleven aceite.

Se prepera el plato con unas cucharadas de migas y las sardinas limpias por encima.
Están magníficas.

Los mejillones los hicimos al vapor y con limón.


Eso sí, acabamos de comer a las tres de la tarde, buena hora no ?






Os deseo una muy buena y satisfactoria semana y con ese miércoles festivo que nos va a encantar.






Hasta mañana

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