lunes, 26 de septiembre de 2011

Libros y paseo




Me estaba Olivia esperando para pasear, pero no tenía nada para leer y me acerqué a la biblioteca con la intención de devolver unos y traer otros libros.

Vistazo general a la zona de novela y como casi los tengo todos leídos o una buena parte, ví algunos ejemplares nuevos; cogí tres y voy a que me los sellen.
No está la bibliotecaria de siempre, creo que está de vacaciones, y me atiende un hombre singular...pero singular en qué?

Recoge los tres libros a devolver y los borra del ordenador.
Llega el turno de los que llevo; me fijo en que pone siempre el carnet de usuario de la biblioteca en el mismo sitio, coge el libro con delicadeza, acaricia suavemente la cubierta, lo abre y lo fecha, con delicadeza y parsimonia, otra caricia a la portada cuando lo cierra y me lo entrega, así con los tres...y Olivia en casa esperando!

Por fin llego, dejo el bolso y los libros y le pongo el collar a la perrita. Hace calor, son la una y media, pero vamos muy contentas, ella moviendo la cola, yo , como comprenderéis, no, pero sí sonriendo porque me gusta mucho pasearla.






Hasta mañana

1 comentario:

  1. Ya no quedan muchos de esos ejemplares profesionales. Algunos, olvidando que los libros tienen vida propia y son orgullosos, los tratan con el desprendimiento con que los charcuteros tratan las lonchas de jamón.

    ResponderEliminar