Uno de los lugares que guardo en el corazón y al que espero visitar pronto, Torreira, un pueblecito cerca de Aveiro en Portugal.
Me gusta la gente, el pueblo en sí, de pescadores, de gente muy amable, de luz, de sensaciones.
Pero no vayáis si estáis guardando la línea, allí mismo en la plaza hay una pastelería con unos dulces que quitan el sentido, un lujo.
Pero las vacaciones no son para hacer régimen, no?
Hasta mañana
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