Corea del Sur desbancó a Finlandia del primer puesto en el último informe PISA que compara el nivel académico de los países de la OCDE en matemáticas, ciencias y lectura.
España cosechó unos mediocres resultados.
El sistema educativo del país asiático se considera un modelo de éxito en el resto del mundo. El 98% de los surcoreanos finaliza la educación secundaria y casi el 60% obtiene un título universitario.
En España, el fracaso escolar llega al 30%.
Su excelencia se basa en el sobreesfuerzo; a fuerza de codos y sometidos a una gran presión consiguen sus metas.
Son los más estresados y los menos felices, en cambio los alumnos españoles lideran el ranking de la felicidad.
Su índice de suicidios es muy elevado; 200 menores se suicidarn en 2009.
La enseñanza en Finlandia, y casi con los mismos resultados,es muy distinta. las clases son muy cortas y no llevan deberes. Tienen un elemento en común: la calidad de los profesores. Una profesión con mucho prestigio y muy respetada; tienen buen sueldo y autoridad en clase.
Por qué tanta presión sobre los estudiantes en Corea del Sur?
Porque solo hay una forma de escalar en la sociedad, llegar a una universidad de prestigio. Por eso los padres obligan a sus hijos a conseguirlo, cueste lo que cueste.
Y algo que me llamó la atención: Antes de dejar el aula, la limpian. Se organizan en dos turnos y a cada uno le toca una semana.
A destacar, en España las horas de matemáticas a la semana son TRES. Malamente conseguiremos mejorar esos mediocres resultados.
Fuente: XL Semanal
Hasta mañana
Frente a lo que puedan decir en cualquiera de esos estudios la enseñanza en Asia oriental es un fracaso total y absoluto como demuestran esas terribles tasas de suicidios y esa cantidad de chicos que en Japón se encierran en sus habitaciones durante años, los Hikikomori. La vida personal es más importante que la miserable instrucción pública y la odiosa competitividad a la que nos somete el sistema capitalista.
ResponderEliminarLa entrada muestra una situación extrema; desde luego es más importante la vida y la felicidad de un joven que la presión sin piedad que sufre la juventud asiática.
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