Cuando a las ocho y media, definitivamente despiertas, echamos una ojeada, y todo era de una brillantez suprema, había llovido. Y cuánto?
La respuesta en parte pluviométrico nos la dio Josefa, ya sabéis de otros años, es mi vecina < conseguidora>
Al pasar por delante de su casa estaba trajinando en la cocina y al vernos pasar se asomó a la ventana. Siempre es un placer un rato de conversación con ella.
En su infinita sabiduría, que cada nuevo día me sorprende con soluciones básicas y sencillas, ideó, seguro que sin querer, cómo contabilizar la cantidad de agua caída.
En la huerta tiene un barreño para recoger la lluvia, que luego reutiliza para regar lechugas y tomates que pugnan por sobrevivir en esta sequía. Pues en ese barreño había recogido cuatro litros. < Unha chuvieira> es decir, poca cosa.
Poca cosa... Es que es lluvia de Agosto !!
ResponderEliminarNo te creas, por aquí en agosto tengo vistas, oído y sentido verdaderas tormentas. Esta vez foi unha chuvieira para os tomates e leitugas
Eliminar