Después de una semana realmente agotadora y de un reconfortante chocolate a la taza del viernes noche, imaginé que podría dormir hasta que el cuerpo dijera basta. Craso error.
Amanda no había conectado con mis planes y a las seis empezó a hacer ese sonido cachorril de queja cuando quiere algo, cuando tiene hambre, cuando se aburre, en fin...
Ya estaba despierta, un diez por cien de mi yo lo estaba, y no vi otra salida que levantarme y sacar a pasear a la tropa.
Olivia alucinaba. Qué pasa, nos vamos de vacaciones, ya es hora de pasear, se acabó el dormir? Infinitas preguntas en su mirada cuando sale a la calle y ve que es de noche. Bueno, ya que estamos, vamos allá. Debió de pensar.
Y esta es otra. Era el primer paseo terrestre de Amanda. Desde el primer día en casa, por la noche siempre salió a pasear con Olivia, pero en mis brazos. Ahora está vacunada y toca pisar la acera por primera vez. No hizo nada, aún lo encuentra muy extraño, pero apunta maneras, ya le cogerá el tranquillo.
Vuelta a casa, y?
Desayuno, desvestirse y a la cama. Serie, unos cuantos capítulos. Creo que es una oportuna y merecida recompensa.
Ya veis. Si os aburrís, aumentad vuestra familia perruna o dejad entrar en vuestras vidas un cachorro. La marcha está asegurada. Y también la felicidad!
Jajaja...te entiendo, a mi gata le gusta también madrugar, aunque doy gracias de que no haya que sacarla a la calle a las seis de la mañana, jajaja...disfrutad del finde familia perruna!!
ResponderEliminarPero fue muy gratificante el paseo. No había nadie por la calle!
EliminarSiesta, las tres.
Besos con todo el cariño
Que igual no sabía la hora que era! Ponle un reloj cerca de la cama.
ResponderEliminarEs una pequeñaja muy simpática y buena, pero cuando tiene hambre, arrasa.
EliminarQué bien que la hayas visto de pequeñita, ahora está gordota.
Besos de tus tres chicas
La princesa de la casa marca sus propios tiempos con su propio reloj... :-)
ResponderEliminarEs una tirana, pero se le perdona todo.
EliminarImagino lo que va a disfrutar ahora que se zambulle en el mundo exterior. Es muy emocionante.
Besos, David
Me he despedido de una vieja gata hace poco tiempo y me da no sé que dejar entrar un cachorro. Los llamados animales de compañía hacen tanta compañía que su ausencia puede llegar a ser bastante dolorosa pero sobre todo la dependencia que estableces con ellos.
ResponderEliminarBicos
Vuelcas en ellos tanto amor y ternura, y ellos en ti, que la despedida es muy muy dura.
EliminarCuando estés preparado no lo dudes y dejar entrar en tu vida un compañero fiel. No sustituirá a tu gata, pero no te defraudará.
Besos de cómo te entiendo
Ay nuestra Amanda!!!!
ResponderEliminarAmor a sacos.
EliminarUn beso, querida amiga