Dos días en este país y me quedaría aquí para siempre.
Me gusta el idioma y aquí no me cuesta aprenderlo, es más, el título de la entrada surgió en mi cabeza antes en inglés que en castellano.
En cuanto a la gente, me asombra lo 《groseros》que somos en España y la falta de profesionalidad. Aquí lo suplen todo con una muy buena educación. Entendámonos, esta es mi apreciación, ni que decir tiene, con la que vosotros podéis estar en completo desacuerdo. Lo que sé es que yo emcajaría aquí de maravilla.
Cuando voy a pasar unos días a algún lugar me gusta llevar algo de mi entorno que sea muy mío y que lo deseo a mi lado. Me traje un libro de la escritora británica Rosamunde Pilcher en una edición muy cuidada que el azar puso en mis manos y que ahora está en su casa. Lo entrañable es leerlo aquí en un café o en este hotel muy british que hemos escogido.
Son las seis de la mañana y estoy escribiendo esto. El motivo no es que tenga ningún afán de madrugar o que no esté cómoda en esta cama, sino que ayer estaba durmiendo a las diez de la noche! Tuvimos una jornada muy ajetreada en Portobello Road en Nothing Hill y estaba que no estaba, necesitaba posición horizontal un buen rato, así que, en este momento ya estoy cumplida con las horas de sueño y dispuesta a seguir disfrutando de este entorno maravilloso, maravilloso bajo mi punto de vista, claro.
Un abrazo para todos. Esto no es muy british porque me he dado cuenta que el contacto físico no les agrada.
Hasta mañana