Cuenta Paulo Coelho que leyó un día en el diario francés Le Figaro un artículo sobre un caso real que había sucedido en junio de 2011.
Una mujer había estado ahorrando toda su vida para recorrer el mundo cuando estuviese jubilada.
Pero el destino juega malas pasadas; sufrió un accidente cardiovascular complicado con un enfisema y se pasó mucho tiempo recluida en su habitación con un balón de oxígeno para poder respirar. Dijo adiós a todas sus ilusiones por viajar?
No.
Fue al notario y dejó escrito que quería ser incinerada... Y que sus cenizas debían ser colocadas en 241 pequeñas bolsitas y enviadas a los jefes de correos de 191 países y a los de todos los estados americanos, de este modo sus cenizas estarían repartidas por todos aquellos países que en vida no había podido visitar.
Su hijo recibió fotos desde todo el mundo mostrándole los distintos lugares donde habían sido depositadas las cenizas de su madre.
Un entrañable relato de respeto y generosidad para con los demás.
Os deseo una buena semana
Hasta mañana
Fuente XL semanal
Tengo problemas para poner la foto...estoy de prueba con el dispositivo nuevo y ya véis, aún
tengo algún problemilla.
Un bonito relato pero hay que tener cierta consideración hacia los hijos y no mandarles tan farragosas tareas.
ResponderEliminarFeliz semana