lunes, 18 de abril de 2011

Tormenta




Está cayendo una tormenta sobre la ciudad, en estos momentos llueve a cántaros.


Recuerdo y siempre lo hago con una sonrisa, una tormenta en la playa.

Una playa de la costa de Viveiro, una tarde de verano, finales de verano, en unos segundos el cielo se nubló y el calor sofocante se vio sustituido por unas gruesas gotas de lluvia, qué digo lluvia, aquello era un aguacero.

Recogimos nuestra cosas y riéndonos todo el rato, corrimos hasta el coche.

Qué delicia meterse en él, guarecerse de la tormenta en un habitáculo tan íntimo, tan acogedor.

Cuando nos alejábamos, los rayos y truenos caían sobre la playa, algo increible. Para no olvidar.



Hasta mañana

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