domingo, 17 de octubre de 2010
Pues allá vamos.
Más de 400 pasos de largo tiene la T4, los contó en las tres horas que estuvo en Madrid esperando avión para su destino.
El primer tramo había sido mejor de lo esperado, le informó a la azafata de su problema y en unos minutos volvió a su lado, le indicó que lo siguiera y le dió un asiento en primera clase, todo fueron atenciones, iban a ofrecerle comida, bebida, prensa, a preguntearle cómo se encontraba, si necesitaba algo, cualquier cosa, que la pidiera...
Y ahora estaba sentado en una cafetería en Barajas tomando un mini de jamón (ibérico, que estaba buenísimo) y una infusión. Le quedaban horas antes de llegar a destino y comer algo sólido ayudaba a pasar los nervios y el estrés. Ya había hablado con su familia y quedaron en conectarse a la noche para comentar largo y tendido todo lo que había vivido durante el día,todo muy emocionante.
Había llevado un librito de alemán básico, pero creía que el inglés le iba a ser más útil, era el idioma que usaban en el proyecto, había alemanes, españoles y un noruego. El problema era más la vida cotidiana, las comidas, las compras...
Y baja del tren de cercanías en el pueblo que lo va a acoger durante una semana y media.
Hasta mañana
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