domingo, 10 de junio de 2012

Acento y tilde


No es lo mismo.
En ocasiones quisiéramos poner el acento en determinada cuestión para resaltarla y hacerla notar; en cambio el acento ortográfico no se pone, es algo inherente a todas las palabras.
Todas  tienen una sílaba que pronunciamos con mayor intensidad de voz y en ella recae el acento; pero ponerle la tilde -comilla- exige que sigamos las reglas de acentuación.
Amor, colibrí o pasión son agudas, es decir su acento está en la última sílaba, pero véis que no todas llevan tilde, se la ponemos a las que acaban en vocal, n o s.
Un porcentaje muy elevado  son llanas, su acento recae sobre la penúltima sílaba, reforma, árbol y libro lo son, pero solo llevarán tilde las que no acaben en vocal, n o s.
Por último, cántico, píntalo o lámpara son esdrújulas, su acento recae sobre la antepenúltima y se les pone tilde a todas.
Hay una serie de particularidades, por ejemplo, las palabras monosílabas -una sílaba- no llevan tilde, solo la ponemos para distinguir dos que se escriban igual para diferenciarlas, es el caso de te -pronombre-  y té - bebida.


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