No hay agua, comida, transporte, electricidad ni medicinas.
Las carreteras, bloqueadas con escombros, hacen imposible el traslado de heridos a los hospitales y el paso de ayuda.
Duermen a la intemperie por temor a nuevas réplicas o porque no tienen casa; el terror es el pan de cada día.
Haití, un país pobre que sufrió en el 2008 el paso de cuatro huracanes con 793 muertos y más de 850 000 desplazados.
En 2004 la tormenta tropical Jeanne causó también más de 3000 muertos.
Un desastre tras otro y con la miseria de telón de fondo.
Fuente: El País
Hasta mañana
No hay comentarios:
Publicar un comentario