A veces a una le da por analizar situaciones, respuestas que damos ante lo que nos pasa.
Situémonos. Dejas el coche mal aparcado y al acabar lo que estás haciendo, te vas acercando a él, ya con la imagen de la papeleta de la multa en la mirada...que no, que no, no hay multa; ufffff qué alivio, una sonrisa y nada más. A los pocos segundos ya nos hemos instalado en el problema más inmediato que anda rondando por nuestras mente; no lo hemos disfrutado nada.
Te han hecho un chequeo rutinario y caminas hacia el médico dándole vueltas al insomnio que has tenido la noche anterior, al dolor de cabeza de hace unos días o en tantos síntomas que, en esos momentos son claramente una enfermedad. Llega la hora de nuestro turno y nos tememos lo peor. Colesterol, seguro, después de lo que nos hemos zampado en navidad. Pues todo bien, magnífica, todo está en orden. Pues no, no me voy a tomar un café y a echar unas risas para celebrarlo.
Es lo que os digo, tenemos que zambullirnos más en las alegrías y dejar que tomen posesión de nosostros, de nuestra mente y de nuestros cuerpos.
Coged un trozo de tarta de zanahoria y coco, si os apetece.
Hasta mañana.
Pues tiene una pinta la tarta de zanahoria y coco...como para no coger.... Buenísima ¿es caserita?
ResponderEliminarA veces, cuando no tenemos razones para agobiarnos nos las inventamos.
Besos, Josela, dulce tarde.
Casera, rápida de hacer y muy rica.
EliminarSi quieres te mando la receta.
Problemas, muchas veces sí son reales.
Besos