Siempre que nos encontramos nos despedimos con una gran sonrisa; unos minutos confirman nuestra empatía y una visión muy similar de lo que es vivir.
Nos conocemos desde que tenía unos 14 o 15, ahora tiene 27, le di clases hasta la entrada en la universidad y sabe de mis manías con el orden, con lo urbano, con inculcar a los alumnos no solo conocimientos sino inquietudes y curiosidad, y cuando nos encontramos, siempre de forma fortuita, disfrutamos.
Bueno, Majo, a ver si quedamos, pero no en una esquina sino en una cafetería o en casa, tenemos que compartir un té, amiga.
Placentera semana para todos.
Hasta mañana
Siempre es un placer encontrarse con esos alumnos con los que sintonizaste en un aula y que te da pena ver marchar. A mi me alegra mucho cuando se pasan por el instituto a hacer algún trámite y me buscan para saludarme. Cuántas historias pasamos junto a ellos!!.
ResponderEliminarBesos, Josela.
Es que somos unas sentimentales!
ResponderEliminarBesos, Angie