Tediosos minutos en el supermercado buscando los ingredientes para una tarta con la que había soñado.
Entre todo el barullo de carritos, niños berreando por unas gominolas, un hombre muy elegante discutiendo por el móvil y las vecinas saludándome, entre todo ello, una canción de Maná me aisló del entorno, me llevó a ti.
Como un flash rememoré una escena con el coche aparcado muy cerca del mar una tarde de verano, casi otoño. Visto en la distancia parece una escena de una película, me llega el rumor del bravo cantábrico, relámpagos que aventuran una fuerte tormenta, olor a tierra mojada y sabor a sal; el sabor de tus besos.
...y yo sonriendo frente al stand de las mermeladas.
Magnífica semana para todos.
Hasta mañana
Sí, a veces sonreímos mucho ante el stand de las mermeladas cuando escuchas Maná o lo que sea. Porque sabemos, sabemos que sabemos.
ResponderEliminarBesos, Josela. Feliz tarta con mermelada
Lo que hemos vivido y está ahí y forma parte de nuestro yo.
ResponderEliminarUn beso, Angie