Quién era dueño de tierras tenía poder, tanto económico como político. Las tierras proporcionaban dinero a través de los impuestos y la Iglesia era propietaria de grandes extensiones de tierra y señorios, muchos de ellos por donaciones. Los otros grandes propietarios eran los señores feudales. Ambos financiaban las campañas bélicas del rey, pero exigían a cambio poder, influencias; el Rey muchas veces era un títere en sus manos.
Culturalmente desarrollaban un gran papel porque al ser los únicos instruidos, los monjes copiaban los textos antiguos y los traducían al latín, también enseñaban a leer y escribir, doctrina y canto y cofeccionaban libros.
Os dará una idea de como la vida giraba en torno a la cuestión religiosa.
En los fogones las recetas se escribían en unidades de medidas religiosas. "Se deja cocer desde vísperas hasta el anochecer"; hervir la carne, el tiempo de un "paternoster" y las nueces durante tres " avemarías".
Os recomiendo el libro "Los Pilares de la Tierra" de Ken Follet, así como su continuación "Un mundo sin fin".
Hasta mañana
Me encanta ese sistema de medición inspirado sin duda por la Divina Providencia.
ResponderEliminarQué agudo!!
EliminarA qué no sabes que por esa época ya se hacían torrijas!