Creo que en todo mi armario ni en mi casa hay nada azul; tengo el azul desterrado de mi vida, excepto el azul del mar, ese azul que se torna verdoso por las algas, plata en algún atardecer, o cristalino en aguas limpias.
Y ya la cosa viene de lejos, se remonta a mi época universitaria. Mis colores en aquella época giraban en torno al rojo y al verde y creo que aún era más intransigente que ahora.
Mucho ánimo y fuerza en el día a día.
Hasta mañana.
¿O sea que no eres del Celta?
ResponderEliminarPues eso.
ResponderEliminar^^ Ya somos dos que no soportamos ese color!!!
ResponderEliminarYo solo tengo un par de camisetas de ese color... y porque el motivo que hay estampado o dibujado me gustaba mucho,mucho.
Al fin, no me siento tan rara por el hecho de que no me guste ese color!!!