sábado, 5 de septiembre de 2009
De bautizo
En esta ermita me bautizaron, no lo recuerdo, claro, me lo han contado.
Me imagino el día.
Se levantarían muy temprano, encender la cocina de leña para desayunar, llevar las vacas al prado, dar de comer a los conejos, gallinas, cerdos, perros y gatos, la abuela dejaría la comida preparada y les buscaría en los armarios la ropa a los hombres, y por último me vestiría a mí y se vestiría ella.
Por cierto, es mi madrina, era mi madrina.
No se echaban perfume todos los días, pero seguro que la niña llevaba nenuco ese día, aunque hubiera que venir a buscarlo a Lugo.
Fueron andando a la iglesia, además de porque estaba muy cerca, en casa no había coche, había tractor y.... mejor andando.
Después de la ceremonia, llegada a casa todos juntos, sacar la ropa de los domingos y comida, en este caso seguro que algo especial, casi apostaría por un bacalao arreglado con salsa y patatas y un bizcocho y fritos (buñuelos).
La niña estaba bautizada.
Cuidaros mucho y hasta mañana.
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Mágica portada Románica... no puedo evitar seguir sintiendo debilidad ante esos muros. Por cierto; me recuerda a la Ribeira Sacra...
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