Sobre las diez de la mañana llegábamos a Santiago desde Noia, era el año 2002 y estábamos Guillermo y yo haciendo un recorrido de cuatro días por los faros de A Costa da Morte.
Fue una experiencia fantástica, pero ya os podéis imaginar a cuál más desorientado, planos, guías, anotaciones, recorridos estudiados al dedillo y sorprendentemente no nos perdimos, esto viene al caso porque somos nulos para orientarnos, desde luego Guille no tendría futuro como cazador en la prehistoria y ya no os digo yo, que me pierdo aunque lleve GPS.
Guardo esta foto con mucho cariño, estabámos en una terracita desayunando muy cerca de la Catedral.
Hasta mañana
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