Cuando pasa la navidad y comienza el año, el verano ya parece que está a un tiro de piedra; es como si diciembre fuese un muro que no deja verlo y al comenzar enero empezáramos a caminar por un sendero donde en la lejanía se ve el mar o la montaña, o lo que prefiera cada uno para pasar las vacaciones.
Y las cámaras, por lo menos en mi caso están presentes casi cada día, aunque ahora lo más que hago es hacerle fotos a Olivia. Las limpié y las coloqué otra vez en sus fundas esperando hacer una escapadita para matar este gusanillo que tengo por plasmar lo que ven mis ojos.
Hasta mañana
Tápala bien, que el objetivo no coja frío que estamos de helada.
ResponderEliminarHace un frío tremendo...cómo necesitamos el calorcito del sol!
EliminarDe salud, mejor?